Stephen A. Schwarzman en su libro What it takes, comparte su manera de evaluar talento. Sin exámenes psicométricos ni pruebas de simulación. En muy poco tiempo solamente con la experiencia tiene la capacidad de identificar el talento.

Los clasifica así: los ochos escuchan instrucciones y las llevan a cabo, los nueves son excelentes en diseñar y ejecutar buenas estrategias. Schwarzman asegura que con nueves puedes construir una firma ganadora.

Pero los dieces son otra cosa, detectan los problemas, trazan soluciones y llevan el negocio a nuevas direcciones sin que se lo tengas que decir. Los dieces siempre hacen que llueva (rainmakers). ¿Cuál eres tú? ¿Tus colaboradores son ochos, nueves o dieces?

Los sietes no deberían existir en la empresa, no son ni siquiera capaces de hacer lo que se les dirige, siempre están llenos de excusas y explicaciones, no logran sacar la bola del cuadro. Espero que no tengas de esos en tus equipos.

Los ochos son muy fácil de identificar, hacen lo que se pide, a veces tardan en hacerlo y otras no lo hacen tan bien como era de esperarse, pero finalmente se logran las cosas. La empresa se mueve, el departamento avanza, no tan rápido, pero sí avanza.

Las C ‘suites’ (CEO, CFO, COO, etc.) tienden a estar llenas de nueves. Son efectivos en perfilar las estrategias adecuadas, hacen equipos y pueden jugar en conjunto. Son rápidos en ejecutar y mantienen la tendencia de crecimiento de la organización.

¿Cómo identificar los dieces? Es muy fácil, juegan en otra liga, son diferentes a los demás. No tienen que haber pasado por Harvard o Stanford, pero les ayuda. No solo parecen diferentes por su presencia, hablan diferente. Abarcan muchas disciplinas y especialidades aparentemente muy alejadas entre sí. Saben de sistemas, pero también de publicidad o innovación. Tienen muy buen trato con la gente y grandes dotes de liderazgo. Son los cracks de las organizaciones.

Ahora ya sabes cómo empezar tu próxima estrategia de talento. Hay pocos nueves y menos dieces, pero hay que buscarlos con los perfiles adecuados para tu organización. Además, como dijo Peter Drucker, como nacen tan pocos líderes, hay que desarrollarlos en las empresas.