Yo sé que debo considerar la estrategia y dedicarle tiempo – me decía un empresario – pero ¿a qué horas? Tengo todo el día ocupado, entre juntas, viajes, clientes, proveedores y bancos, no me queda tiempo.

Así como andes de ocupado, con más razón necesitas revisar tu estrategia y pensar estratégicamente, tú y todos en tu empresa, al menos el equipo directivo.

Un ejecutivo tiene que pensar como estratega. Una condición indispensable en el pensamiento estratégico es mantener una mirada en el largo plazo. Aunque los ciclos estratégicos se han acortado con la tecnología y la innovación, hay que ver siempre el largo plazo para la empresa.

¿Qué es el largo plazo? Para la empresa en medio de los bruscos cambios económicos o tratando de sobrevivir, el largo plazo puede ser salvar el año. Para la empresa en crecimiento acelerado con un mercado estable, puede ser de tres a cinco años. Pero para la familia empresaria, el horizonte de planeación se puede extender a 20 ó 25 años mientras los hijos y nietos toman su puesto en la empresa. Para un país son al menos 30 años lo que constituye el largo plazo.

Más que un concepto abstracto, el largo plazo implica tener una visión clara al final del periodo. Eso debe generar un compromiso para tomar decisiones pensando en que así será la manera de lograr esa visión. En resumen una mentalidad de largo alcace.

El pensamiento del estratega está ubicado en el largo plazo, en el logro de la visión, en mantener y vivir los valores y el propósito declarado aun durante la batalla diaria, siempre pensando en lo que significan las decisiones de hoy para la situación esperada en el futuro de la empresa.

Pensar como estratega es pensar en el cliente, en el que atendemos actualmente, así como en aquel que atenderemos en el futuro. Es pensar y conversar sobre sus necesidades cambiantes y sus experiencias en relación con nuestra empresa, sus productos o servicios.

El talento siempre ha sido un asunto estratégico y en estos tiempos se ha vuelto cada vez más relevante; entenderlo y gestionarlo irá convirtiéndose en un rol central.

No podemos evitar otras cosas importantes como los factores financieros con el rol básico del flujo de efectivo, signo vital de salud de la empresa. También la   tecnología y la innovación son elementos del pensamiento del estratega.

El líder de negocios piensa como estratega, todo el día, todos los días.