Las ideas abundan y la creencia general es que, aunque las estrategias son importantes, la ejecución lo es todo. Entonces se confecciona la disciplina de la ejecución: los compromisos, la rendición de cuentas, el trabajo en equipo y aquello que se considera importante para llevarla a cabo.

Pero lo que muy pocas veces se menciona es que la verdadera ejecución tiene que ver con la venta. La venta tiene varias dimensiones en la ejecución. Primero el proceso de vender la estrategia a los involucrados y colaboradores que la harán realidad, a los banqueros que fondearán la iniciativa y a las autoridades que tendrán que autorizar el proyecto.

Luego viene el proceso real de la venta de los productos o servicios a los clientes y consumidores. Todos los planes mejor elaborados y los analitics más sólidos dependen de las disciplinas, competencias y sistemas de venta de los ejecutivos y los vendedores.

“Todos somos vendedores” rezaba un viejo eslogan. El gurú de moda en España, Isra Bravo, en su libro “Storytelling salvaje”, exhorta: “No seas cursi, vende”. Todos tenemos que vender. Si las estrategias son exitosas es por una ejecución de la venta exitosa.

Hay que vender, de la manera más tradicional, uno a uno, personalmente, por los métodos más actuales como el mail (que sí funciona), vender por Amazon, Google Adworks, por las redes sociales, por Cold Calling o referencia y por cualquier método, pero al final de cuentas, vender.

Para lograr el éxito, los expertos en ventas destacan dos factores. El primero, hay que perder el miedo a la venta. No importan los cursos, videos, podcasts y otras ayudas, todos van a servir de poco si no logran que el alumno, el lector pierda el miedo a vender. “Es que yo nunca he vendido”, es el argumento para no intentarlo. Sin embargo, con tiempo y práctica aparece la adrenalina de la venta y la pasión por vender.

El segundo factor es tener muy claro qué se está vendiendo. Tener claridad en los beneficios racionales y los beneficios emocionales; considerar que las decisiones de compra son emocionales por lo que se necesita pensar detenidamente por qué compra el cliente.

Resumiendo, la estrategia depende de la ejecución y la ejecución con mucha frecuencia de la venta. De manera que cuando se dice que todo es ejecución, habrá que añadir, y ventas.

Y tú, ¿ya perdiste realmente el miedo a vender? ¿Qué vendes o qué te compra tu cliente?