En una entrevista Steve Jobs sostenía que, en labores comunes, por ejemplo, manejar un taxi, el mejor conductor puede ser 20% o 30% más productivo que el promedio de conductores de la ciudad. Pero en tareas como programadores de software la diferencia puede ser de 50 o 100 veces más productivo entre el mejor programador y el desarrollador promedio.

La conclusión era muy directa, hay que contratar solo a los mejores y tenerlos en un ambiente donde puedan producir resultados de 50 o 100 veces mejores que el promedio de sus pares.

Lo que es válido para programadores o desarrolladores de software lo es también para los puestos clave en una empresa. Un gran vendedor puede realizar muchas veces lo que el vendedor promedio. Puede identificar segmentos importantes y explotarlos, descubrir necesidades de los clientes, movilizar a sus proveedores internos: logística, producción y back office para servir al cliente. Puede atender a sus clientes y movilizarlos en la dirección correcta. Lo mismo aplica para ejecutivos de muchas actividades clave: producción, mercadotecnia. También aplica, por supuesto, a los directores generales.

¿Por qué no hay más ejecutivos, vendedores, desarrolladores de 50 y 100 en las empresas? ¿Por qué son escasos? Hay varias razones, la principal: los top no se encuentran frecuentemente en el mercado laboral. Pero hay otras causas importantes. La primera es el diseño de la empresa. La mayoría están diseñadas para los elementos promedio y no para los excepcionales. El sistema de compensación está diseñado con topes, la reacción de la empresa ante las ventas adicionales es lenta y complicada. Hay muchos otros factores de diseño y operación con limitantes inter construidos.

La segunda es que los top 50 y 100 hacen sentirse intimidados a propios y extraños. Los jefes se sienten amenazados por los Messi y los Cristianos y prefieren tratar con los promedios. Además, suelen ser víctimas de la rotación acelerada, las empresas los pierden rápidamente al no poder seguir a su ritmo.

Los ejemplos en el Monterrey reciente existen y se destacan en el ambiente empresarial. Capitanes de empresa como Lorenzo Zambrano que inventó Cemex, creadores de los nuevos bancos y casas de Bolsa de la ciudad y empresas de servicio, agentes de seguros, que se diseñaron a sí mismos y a sus empresas para el 50 y el 100 por 1. Estos son rendimientos realmente estratégicos.

Y tú, en tu empresa, ¿contratas top? ¿Eres top o vas al promedio? ¿Quiénes son tus top favoritos en tu entorno?