La velocidad de cambios se está acelerando en todo el mundo, México no se queda atrás. Las empresas se han convertido en mutantes por las transformaciones tan profundas a las que se tienen que someter para sobrevivir. Industrias enteras están desapareciendo; empresas tradicionales cambian de nombre, cambian de dueño o se reinventan radicalmente. Según todas las teorías, las empresas tienen que vivir en continua innovación para permanecer en el mercado, pero en épocas recientes esto se ha agravado porque la vida de anaquel de las innovaciones se hace cada vez más corta.
La tecnología genera “disrupters”, soluciones novedosas para problemas clásicos que transforman completamente la industria. Hay ejemplos como Zara, que transformó la forma de diseñar, producir, transportar y entregar ropa. Dejando fuera de la circulación a decenas, cientos de competidores y se ha apoderado de las mejores ubicaciones para sus tiendas en todas las ciudades del mundo.
El internet ha destruido y seguirá eliminando industrias completas, inventando negocios y transformando otros. A esto, hay que agregarle los efectos de los robots, impresoras 3D, plataformas, streamings, crowdsourcing; toda una nueva horneada de empresas que transforman conceptos de logística, manufactura, servicios y conocimiento.
En esta gran transformación con múltiples movimientos locales se encuentra inmerso el líder de negocios. No solo los líderes de las grandes empresas, también aquellos de pequeñas y medianas empresas, corporativos medianos y empresas familiares, ya sea liderando las nuevas disrupters o defendiendo el territorio de las empresas clásicas amenazadas por la innovación.
Para liderar en estos tiempos y especialmente en el Mexico de la 4T, el líder de los negocios se debe transformar profunda y radicalmente. Hay presiones ecológicas, de competencia, regulatorias, tecnológicas, generacionales, fiscales. A todas les debe hacer frente. De los líderes exitosos hemos aislado los factores comunes que les han ayudado a capear los temporales y sobrevivir los tsunamis.
Líder Digital. Atento a las revoluciones tecnológicas externas que amenazan las empresas propias (por ejemplo, uberización de industrias completas) y por otro lado líder interno, guiando la digitalización, lo más rápido posible, de las operaciones, procesos y servicio al cliente de sus empresas actuales para defenderse de las amenazas y aprovechar las oportunidades del mercado.
Líder Flexible. Los nuevos colaboradores en las empresas exigen flexibilidad de los líderes. Los modelos de participación, condiciones de trabajo, sistemas de compensación y prácticas laborales, todo está en rediseño. Por otra parte, los clientes están cambiando y el primero que debe cambiar para satisfacer las nuevas preocupaciones es el líder de negocios. Si no hay flexibilidad el cliente busca otra solución a sus necesidades.
Líder Estratégico. Casi todos los cambios de fondo en las empresas tienen repercusiones de corto y largo plazo. Afectan la táctica y la estrategia. El líder debe tener presente cómo se va alterando su posición competitiva y su modelo estratégico, ya sea con las acciones de los clientes o competidores o con las respuestas a estas acciones. Solo el líder con una clara perspectiva estratégica y el respeto por sus modelos de negocio y planes e iniciativas podrá guiar a la empresa en el camino de la supervivencia de largo plazo.
Líder Catalizador. El líder sobrevive si tiene bien claro que solo no puede. El líder no puede solo, así se trate de un despacho de tres arquitectos o del gran corporativo de decenas de miles de colaboradores. Su rol ahora no es solo delegar, esto ya es dado por un hecho, lo que busca es que toda la energía y creatividad de los empleados sean aprovechados y potenciados al máximo. El catalizador es un elemento que aún en pequeñas dosis modifica la velocidad de reacción química. Este es el rol del líder acelerar la velocidad de las reacciones y de los procesos con el mínimo de intervención personal.
Líder Innovador. El líder debe convertirse en promotor de la innovación. La mejor defensa es el ataque y el mejor remedio para enfrentar los disrupters es ser un disrupter de sus propios procesos y negocios. La velocidad es importante y hay que fallar mucho, pero como dijo un empresario: fallar rápido y fallar en pequeño. Aunque algunas veces hay que apostar por el home run, hay que hacerlo solo después de haber bateado sencillos y dobletes y aprender cómo no poncharse y embasarse.
Ciertamente hay muchas características de los líderes que transitan exitosamente por las transformaciones y mutaciones de la empresa, ésta es solo una lista de los que serían, según hemos observado, indispensables para el éxito. Se trata de las nuevas competencias básicas para liderar la empresa. Un líder transformer en continua evolución para liderar la empresa mutante.
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