El clásico dicho reza: “Cualquiera diseña una estrategia, pero no cualquiera la implementa con éxito”.
Son muchas las fuerzas que se oponen a la implementación estratégica de acuerdo con cada empresa: la cultura actual de la empresa, la resistencia al cambio, la falta de capacitación para integrar las diferentes habilidades necesarias en la nueva estrategia y todavía otras más.
Una herramienta que ayuda para lograr la implementación exitosa de la estrategia es el control estratégico. Control es un concepto esencial para evaluar y mantener la dirección hacia los objetivos en los cuales se manifestará realmente el éxito de la estrategia.
¿En qué consiste el control estratégico? Se trata de establecer mecanismos y sistemas para medir y supervisar el desempeño de la variable estratégica y tomar las acciones necesarias, correctivas o preventivas para asegurar que la estrategia sea convertida en realidad. De hecho, toda sesión estratégica debería terminar con el diseño y asignación de responsables para el control estratégico.
Además de ayudar en la implementación de la estrategia, dichos mecanismos y sistemas generan información de dos tipos: primero, la información sobre la realidad de la implementación y dónde están presentándose dificultades para tomar acciones correctivas oportunamente. Segundo, la información generada permite actualizar o rediseñar la estrategia ante los cambios detectados y lograr flexibilidad en la empresa para adaptarse a las nuevas circunstancias y así mantener la estrategia vigente.
En la próxima colaboración desarrollaremos los elementos del control estratégico, mientras tanto puedes ir pensando: ¿Cómo son los mecanismos de control en tu empresa? y ¿cómo son los controles para tu estrategia actual?
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