La velocidad de cambio de los negocios se está acelerando continuamente. El internet y otras tecnologías hacen que el líder tenga que estar aprendiendo para mantenerse actualizado y al tanto de las nuevas condiciones de su mercado y de la economía
En un libro reciente Creativity Inc, Ed Catmull, fundador y CEO de Pixar, menciona 8 factores que hacen que su empresa se mantenga como líder de la industria del espectáculo y una de las más rentables. Y de esos 8, la mitad tienen que ver con el aprendizaje y el proceso de convertirse en expertos.
El primer factor para aprender son los viajes de investigación; antes de hacer una película viajan para investigar antes la historia, los personajes, la forma en que viven y cómo desempeñan su trabajo, tratan de llegar a lo más cercano a la historia que van a contar.
Otro factor es hacer proyectos pequeños, cortometrajes en su caso, en donde se pueden probar en forma controlada las nuevas tecnologías y aprender su potencial y posibilidades sin poner en riesgo a toda la empresa.
Uno más es lo que llama Post mortem. Se trata del proceso de analizar lo que se hizo y cómo se hizo, que resultados se lograron. Es una auténtica autopsia de una película y con todo cuidado desmenuzar y aprender de los aciertos y fallas que se cometieron.
Finalmente menciona el énfasis en la educación y el aprendizaje continuo. Se trata de mantener fresca la perspectiva aprendiendo cosas nuevas y distintas al trabajo diario, para que la mente sea siempre materia dispuesta para aceptar nuevos conocimientos y enfoques.
Gracias al aprendizaje, el líder está en posición de descubrir o inventar nuevos mercados y generar nuevos desarrollos. Permite la innovación sistemática y el aprovechamiento de la creatividad. Si el líder no se mantiene aprendiendo, los competidores rápidamente lo dejan atrás.
Todos los verdaderos líderes aprendieron durante su vida hasta llegar a ser expertos en lo que hacen, y por eso llegan a ser líderes. Generalmente vemos a los líderes en un momento de sus carreras donde ejercen el liderazgo como si fuera lo más natural, pero no vemos todo el proceso de formación que tuvo que pasar para llegar preparado a ese momento. Abraham Lincoln estuvo 4 años en la presidencia de Estados Unidos, y en ese tiempo ganó la guerra de Secesión Americana y emancipó a los esclavos. Pero no vemos las otras décadas de preparación para convertirse en el experto en el gobierno americano, en sus leyes y problemáticas, en el conocimiento de los hombres más capaces, en su preparación para el debate y el manejo de los conceptos políticos y filosóficos. Mucho lo aprendió en la reflexión sobre sus experiencias prácticas y de las consecuencias derivadas de los efectos de las decisiones sobre las personas, el público y las instituciones.
La preparación y los aprendizajes le permiten al líder hacer acopio de distingos y conocimientos detallados que lo habilitan para tomar las mejores decisiones que llevan a poder generar mejores acciones que los demás jugadores en el mercado.
Un líder experto es alguien que se gana el título con la práctica, no sólo de conocer las teorías. Siempre escogemos para los asuntos importantes a alguien que tenga los conocimientos, la práctica y sepamos de sus casos de éxito.
El convertirse en experto viene de la práctica constante de la función o profesión, pero de la práctica “mindful” , sostiene la psicóloga norteamericana Ellen Langer, significa estando en tiempo real y concentrados en loque se hace en ese momento, observando con cuidado los cambios y las diferencias que suceden ante nuestras acciones y los cambios realizados.
Los líderes corporativos efectivos pasan por diversas etapas de preparación en las empresas. Con el tiempo se convierten en expertos en sus organizaciones, en los competidores y los mercados. Son conocedores del marco regulatorio que gobierna sus empresas y conocen sus productos. No lo pueden conocer todo, pero son diestros en manejar las dinámicas y estados de ánimo de sus organizaciones y los mercados, además de las finanzas y la economía.
En las empresas con frecuencia se descuida el proceso de generación de expertos en la función principal que genera valor, ya sea por ejemplo, desarrollo de software, diseño de computadores o extracción de petróleo de pozos profundos y se promueven los aspectos generalistas como comunicación, negociación o liderazgo, siendo que no hay donde se aprovechen estas lecciones si la persona no es primero un conocedor experto en su función. Primero el experto, después el líder. Esta debe ser la guía en el desarrollo personal y organizacional.
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