Hace unos meses se hizo viral una foto tomada en la cara norte del Monte Everest mostrando una fila interminable de escaladores ascendiendo al pico más alto del mundo. La foto, por la cantidad de excursionistas, parece ser como un día de campo. Una actividad muy popular porque el peligro asociado con las alturas del Himalaya, vientos, tormentas, avalanchas, bajas temperaturas, paredes peligrosas y otros riesgos ya está controlado por los pronósticos meteorológicos, los sherpas (guías/porteadores) y los outfitters (organizadores).

La realidad es que el peligro no ha desaparecido. En el 2023 perecieron 19 personas por avalanchas, enfermedades, caídas y otras causas. A mayo del 2024 la cifra ya llegaba a ocho excursionistas perecidos.

En 1996 hubo un evento mortal en el Everest que provocó su análisis como un caso de Harvard sobre el manejo de la crisis. Ese año 23 personas llegaron a la cumbre, pero hubo 15 muertos. El caso relata las desventuras de dos expediciones que perdieron a sus líderes, guías y otras tres personas más por una tormenta de nieve muy grande y violenta.

El caso de Harvard es un análisis técnico de los desarrollos y de las posibles causas y enseñanzas de la tragedia. Además, en 2015 se filmó una película con la última parte de la aventura trágica. “Everest” está disponible en YouTube y nos muestra cómo identificar los factores de la crisis.

Los guías profesionales Rob Hall y Scott Fisher lideraban cada uno un grupo de escaladores y tenían por objetivo llevar a sus clientes hasta la cumbre. Cada equipo tenía un líder-guía profesional (Hall y Fisher) y un grupo de sherpas (porteadores) con un sherpa líder. Una de las reglas autoimpuestas por los escaladores es la hora máxima para iniciar el regreso después de haber logrado o no llegar a cumbre. Los líderes violaron sus reglas y se desató una tormenta muy fuerte que no les permitía descender por falta de visibilidad. El problema que originó la tragedia se inició desde la organización de la expedición con problemas de logística, más adelante todo fue empeorando con las decisiones para remediar la situación.

Resultó ser una crisis en el techo del mundo y sin planes B y menos con una salida de emergencia. Murieron cinco personas y dos más se salvaron de milagro todo por problemas de liderazgo de los outfitters, así como de la ambición, la búsqueda de prestigio y la falta de responsabilidad para cuidar al resto de las personas bajo su mando siguiendo las políticas de seguridad.

Fue una crisis que duró días desde que inició el ascenso hasta que se pudieron rescatar algunos cuerpos. Algunos no se encontraron nunca. La película relata muy bien las etapas de la crisis, desde la llegada de los excursionistas al campo base hasta el rescate de los cuerpos.

El caso de Everest tiene dos grandes tipos de aprendizajes. Uno es la prevención, qué hacer y qué no se debe hacer para evitar la crisis; y dos, una vez que ya estás en la crisis, cómo resolverla.

Y tú, ¿cuáles son tus crisis? ¿Cómo las resuelves?