Lograr metas personales o de la empresa depende de uno de los factores más importantes a tomar en cuenta: los estados de ánimo. Dependiendo del estado de ánimo en que nos encontremos se toman decisiones para los cambios que se pueden hacer y los resultados que se pueden lograr.

Existen tres autores principales que tratan con los estados de ánimo y cómo pueden influir sobre la vida de las personas y los tres ofrecen herramientas para tratar los estados de animo y transformarlos efectivamente.

Entre los más destacados en el estudio y análisis de los estados de ánimo se encuentra Fernando Flores, filósofo y escritor de negocios chileno; el estadounidense Daniel Goleman, famoso por su trabajo sobre la inteligencia emocional y la investigadora norteamericana de origen ruso Sonja Lyubomirsky especializada en el estudio de la felicidad.

Pero ¿qué son los estados de ánimo? Para algunos (Flores) son maneras de estar en el mundo, son modos de ser que determinan cómo percibimos el mundo. Según Goleman, son situaciones de mayor duración que las emociones.

Los estados de ánimo son emociones prolongadas que se convierten en telones de fondo de la realidad que vivimos. Nos acostumbramos a vivir con esos telones de fondo y eso nos hace acostumbrarnos al nivel de resultados a los que podemos llegar.

Los estados de ánimo más frecuentes son resignación, resentimiento, ambición, confianza o desconfianza y gratitud.

La confianza es esencial para la colaboración. La gratitud es el estado de ánimo en el que la persona se siente agradecida y valora lo que ha recibido de otros o del medio. Los estados de ánimo determinan cómo la persona se relaciona con su entorno y cómo perciben las posibilidades de acción, lo que repercute en la dinámica personal.

Según Goleman los estados de ánimo afectan directamente tanto el rendimiento individual como grupal. La inteligencia emocional puede reconocer y modular los estados de ánimo propios y los de su grupo, generando mayor productividad y ambiente positivo.

Desde la perspectiva de Lyubomirsky, los estados de ánimo, especialmente los positivos, influyen sobre el bienestar y la felicidad. Estados como la alegría, la gratitud y el optimismo son cruciales para la felicidad en el largo plazo y logro de metas.

Los estados de ánimo se pueden cambiar, si cambiamos el dialogo interno, aquel con nosotros mismos. Si queremos salir de un estado de ánimo tóxico o nocivo como el resentimiento o la desconfianza se requiere cambiar la conversación individual o de la organización.

Necesitamos cultivar los cambios en nuestros pensamientos que nos direccionen hacia las situaciones que sí queremos tener. Necesitamos estar conscientes de nuestros telones de fondo que determinan que hacemos y hasta donde llegamos.

Y tú, ¿conoces tus estados de ánimo? ¿Cómo los manejas?