Armand Duplantis tiene el récord mundial de salto con garrocha en 6.26 m. En los juegos olímpicos de París llegó a 6.24 m, pero lo ha venido rompiendo continuamente. Empezó su travesía más reciente en 6.17 m, después ha logrado 6.24 m y ahora 6.26 m estableciendo un récord mundial y sigue intentando nuevas alturas.
Un gurú americano sostiene: “somos nuestros estándares, si quieres cambiar, cambia tu estándar”. Tanto para las personas como para las empresas, los estándares autoimpuestos son la cuantificación de cómo la persona se percibe a sí misma y de su nivel de aspiración. Cada uno escoge dónde pone el listón para su empresa.
Este nivel de aspiración viene determinado por factores externos, esto es, los medidores del estándar son las circunstancias a veces recibidas con agrado y otras admitidas a regañadientes.
Cuando una persona se autoimpone estándares elevados para sí mismo o para su empresa tiende a buscar la excelencia, mejorando continuamente sus habilidades y enfrentando desafíos naturales con entusiasmo y determinación.
El fundador es quien tiene la responsabilidad de desarrollar sus habilidades como ejecutivo para manejar una organización, hacer la planeación estratégica, integrar equipos de trabajo y lo mismo sucede con el Consejo. Como empresario debe desarrollar conocimientos y habilidades técnicas, así como la mentalidad de crecimiento para posicionar a su empresa en la tecnología, la competencia y también tener la destreza para tomar decisiones difíciles con valor y determinación para escoger lo mejor.
En el proceso para definir los estándares internos se debe buscar el balance con la realidad. Todo lo que existe en el trasfondo condiciona lo que se puede lograr, los estándares deben ser realistas y alcanzables o pueden generar ansiedad y frustración en lugar de entusiasmo y ambición.
Así es como los estándares se convierten en un motor poderoso para el éxito personal y empresarial y determinan el sentido del éxito en ambos casos.
La persona necesita identificar las reglas, criterios y expectativas, cualitativos y cuantitativos con las cuales está operando. Algunas veces se tienen expectativas heredadas que distorsionan las acciones en el día con día y otras veces la persona descubre que no tiene claro cuáles son sus parámetros de éxito, viaja en automático.
Todo esto lleva a la calidad del esfuerzo, la constancia en el trabajo y la capacidad de adaptación a los cambios.
Y tú, ¿cuáles son tus estándares? ¿Cómo llegaste a ellos?
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