Los emprendedores y pequeños empresarios reciben frecuentemente una recomendación: “crecer con el negocio”. La empresa va a poder crecer hasta donde crezcas tú, es una de las frases más comunes en conferencias, podcast y conversaciones.
La realidad es que al crecer los problemas de la empresa se vuelven más grandes y para poder resolverlos el empresario debe haber crecido también.
Una de las manifestaciones de que la empresa creció y el empresario se quedó atrás sin alcanzar a la empresa es cuando las órdenes siguen siendo dadas por el empresario y todos los reportes van hacía él. Como si el fundador fuera el sol y todos los empleados girarán a su alrededor. Dando como resultado que cuando el director no está las cosas dejan de funcionar.
Esto muestra algunas áreas en donde el emprendedor no ha logrado desarrollarse: comunicación efectiva, delegación y construir equipos de trabajo. Por lo anterior, como todo tiene que pasar por el fundador o el gerente o el director en la empresa grande, la comunicación y las decisiones son lentas y las oportunidades pasan de largo. El empresario tiene que aprender a delegar para poder descargar el volumen de trabajo y construir organizaciones básicas, pero indispensables para el crecimiento.
Una de las causas de la incapacidad para delegar es el temor por perder el control o a la creencia de que, si no lo hago yo, no está bien hecho. Para evitarlo se requiere que el empresario crezca en su autoconocimiento, autoconciencia y autoestima para confiar en sí mismo y entonces confiar en los demás.
Aquí hay una primera lista de habilidades para desarrollar: autoconocimiento, autoconciencia y autoestima; y otras más avanzadas: comunicación efectiva, delegación y construcción de equipos de trabajo.
El empresario debe estar alerta, calibrar el tamaño de la problemática y saber cómo con el crecimiento se va a ir complicando maniobrar, y ante eso, anticiparse a las nuevas necesidades de liderazgo, técnicas, habilidades financieras y demás para permitir que el negocio crezca sin obstáculos.
Y tú, ¿de qué tamaño eres con relación a tu negocio o puesto?
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