En la colaboración anterior desarrollamos el concepto de control estratégico y su rol fundamental en la ejecución de la estrategia.

Ahora vamos a describir cómo construir y qué elementos debe tener un mecanismo o sistema de control estratégico.

Si el control estratégico se enfoca en medir y supervisar el desempeño estratégico, identificar desviaciones y tomar acciones correctivas; entonces el mecanismo debe integrar elementos para crear objetivos, medir variables, comparar estándares y objetivos, desatar acciones necesarias para mantener bajo control ese rumbo estratégico.

Estos elementos son cuando menos los siguientes:

  1. Selección de la variable a controlar. El control se inicia escogiendo la variable que se va a medir con su métrica y el objetivo meta.
  2. Medición del desempeño real. El siguiente paso consiste en realizar las mediciones periódicas de lo que se está logrando en el momento en que aparecen las variables que queremos controlar, estableciendo un mecanismo para recopilar datos y métricas relevantes.
  3. Comparación de los datos con los objetivos. En esta etapa se compara la información con los estándares establecidos. Estos mecanismos son típicamente los paneles de control, un proceso clave que analiza información y presenta reportes periódicos con los datos de forma clara para detectar las desviaciones positivas o negativas e identificar sus causas principales.
  4. Revisión. En esta etapa se toman las medidas correctivas o se aplican procedimientos preventivos para corregir el rumbo y realinear la estrategia. Esto puede incluir cambios menores como asignación de recursos o hasta cambiar el sentido de los objetivos estratégicos.
  5. Retroalimentación. El cierre del ciclo de control implica incorporar al proceso estratégico lo aprendido en la implementación y control de la estrategia. Así la empresa puede entrar en un proceso de mejora de la estrategia continua.

Por ejemplo, si tu estrategia involucra la innovación de productos, ¿cómo vas a diseñar el mecanismo de control estratégico?